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Esta aventura al Parque Nacional del Manu, la espere toda mi vida, fue mi primera experiencia en viajar solo a un parque nacional, ahora es mi gran pasión el cicloturismo, una pasión que me ayudó a liberarme de muchos miedos, a valorar el planeta, ¿Te gustaría vivir este estilo de vida?.
Todos buscamos paz, traquilidad, armonía, relajación, pero especialmente conocerse a uno mismo, y fue lo que encontré en mi primera visita de exploración al Parque Nacional del Manu en el año 2011, y lo hice de una forma distinta a la mayoria de visitantes, lo exploré con mi bicicleta de batalla una Mosso. Aquel año, vivía mi etapa universitaria, después de esa visita al parque comencé a investigar mucho sobre cicloturismo, ya de una manera mas profunda. Deseaba diseñar experiencias únicas y memorables que generen un impacto y cambio en la persona que visite Perú y de esta forma lograr la conservación. El cicloturismo ha cambiado mi forma de pensar, actuar, vivir, ha promovido en mi persona la solidaridad, la equidad, la participación y el respeto entre las culturas, creencias y tradiciones humanas.
El Parque Nacional del Manu es Patrimonio Mundial de la Humanidad se encuentra ubicado en el sur del Perú y abarca las regiones de Cusco y Madre de Dios, es uno de los parques nacionales más importantes del país y del mundo. La ruta al Parque Nacional del Manu en bicicleta te lleva a pedalear a un extenso territorio, que abarca el altiplano de los Andes, los bosques nubosos y la selva baja, es conocido por su rica biodiversidad en flora y fauna.
La gran aventura comienza desde Acjanaco, en este punto puedes realizar el ingreso a Tres Cruces, también conocido como el “Balcón del Oriente” es uno de los tres lugares en el mundo donde se puede contemplar el solsticio de invierno, desde el balcón natural Akhanacu se puede apreciar la salida del sol y la prominente selva del Parque Nacional del Manu. A este lugar, turistas nacionales e internacionales llegan para poder deleitar sus ojos con la cadena de montañas más alta del nevado Ausangate, al igual que los valles interandinos y el río Paucartambo. Al lado izquierdo se podrá observar una montaña maciza conocida como Apuqañaqway, conocido como el cerro protector del antisuyo.
En el año 2020, tuve la oportunidad de visitar una zona del Parque Nacional del Manu cerca a Acjanaco, , que son las montañas alto andinas del parque, en aquella exploración participamos un gran número de personas incluyendo al director del Parque Nacional del Manu Ing. John Flores, quedé impactado por su gran belleza, un parte agreste para hacer ciclismo pero gratificante a la vez, en definitiva, naturaleza en estado puro. Lo recomiendo en algún momento explorarlo.
Después de mi visita al Punto de Control y Vigilancia del Parque Nacional en Acjanaco, me esperaban más de 80kms. hasta Pilcopata para explorar, éramos yo, mi bicicleta y mi mochila. No voy a negar que tenía algo de miedo, era la primera vez que me lanzaba a una aventura solo, era mis inicios del cicloturismo. Comencé a pedalear muy suave y a observar la magia de la naturaleza, en especial sus formas, todo estaba muy verde, después de 20 minutos llegue a un punto donde paré para observar todo lo que tenía que pedalear. El paisaje era increible, no había forma de poder describirlo en ese momento, pero ya estaba aquí, después de una hora llegue a Wayquecha, un centro de investigación que recibe estudiantes del todo el mundo. Wayquecha es un lugar perfecto para los que amamos la aventura, aparte de ser un centro de investigación, tambien brindan alojamiento de forma particular, tienen una serie de circuitos para caminar ya sea en con amigos o en familia, cuentan con un canopy. Muy recomendable el lugar, las personas que trabajan en el lugar ya nos conocen. En caso cuenten con movilidad propia, no duden en visitarlo, especialmente si tienen niños, es un lugar que nos da mucha paz, aprenderan un poco más sore el Paerque Nacional del Manu, mi recomendación son las caminatas en familia.
La ruta del Parque Nacional del Manu es una tierra de cambios, pasamos por una serie de ecosistemas, parte de Cuscoy Madre de Dios, pero exclusivamente suyas. Un recorrido en bicicleta por estas rutas a través de diferentes paisajes, una experiencia en bicicleta que te queman las piernas y que muestra todos los lados de esta hermosa selva. Todo hecho a un tu propio ritmo, donde cada gota de carácter y encanto se absorbe por completo.
